Al inicio de nuestra historia teníamos que sobrevivir a millones de depredadores que querían hacernos parte de su menú, con el tiempo, el descubrimiento del fuego y la fabricación de armas, el hombre paso de ser presa a cazador… pero en la actualidad,  en un medio complejo con grandes construcciones y alta tecnología, el hombre es cazador o presa?

 

Culturalmente, en cuestiones de sexo los hombres deberíamos ser cazadores, tener estrategias de cacería iguales a los animales, por ejemplo, y la perseverancia de continuar intentándolo, porque “No todos los días caza el tigre”. Pero qué pasa si los papeles se invierten y los hombres nos volvemos las presas? Qué pasaría si las mujeres se vuelven como las leonas y salen al acecho de hombres con el fin de zacearse? Y por qué no pensar que la mujer realmente es un lobo disfrazada de cordero? Que siempre están atentas de que supuestos cazadores van tras ellas y poder escoger con qué depredador agendarán una cita.

 

Pienso que el cambio de rol en las mujeres, además de darles un poco más de control sobre las citas, a nosotros los hombres nos da el lujo de escoger y no conformarnos con la presa más pequeña de un bar… en este caso, escoger la presa enferma y más pequeña no es apropiado…, en la selva de cemento es diferente que allá en la selva natural……aquí ser la presa  nos da la oportunidad de aumentar nuestro galantismo,  para atraer más cazadores y tener más chances de escoger citas perfectas y no conformarnos con la presa más débil de la manada. Y si lo vemos de ese punto… qué queremos ser cazadores o presas?